Mientras el precio de los combustibles avanza imparable cual estrella fugacísima, el vértigo de la crisis económica empieza a provocar los primeros vómitos entre quienes tienen menos capacidad de aguante en esta noria loca de la vida en Occidente, es decir, entre quienes menos plata poseen en el bolsillo o en el banco. La mayonesa cuesta 13 céntimos de euro más que hace un par de meses, pero la canción que refiere la aceitosa salsa blanca sigue escuchándose en los saraos; la gasolina ha subido casi 20 céntimos en el mismo período, pero el éxito de aquella canción de verano ha triunfado en las pistas de baile durante todas las estaciones. La gente no bate mayonesa en su cocina, sino que la compra en el súper; ni echa gasolina de casa, sino que la repone en el surtidor. Y todo cuesta parné. Pero mientras haya diversión, habrá supervivencia. Y eso que no me he referido a las hipotecas y otras maldiciones de andar por casa, o más bien casi fuera de ella.
Digo esto porque me asombra esta crisis que nos sobrevuela pero que no parece acabar de atraparnos definitivamente, vistos los usos y costumbres del currante que somos todos. Los informativos de radio dan la vara todo el rato con la subida del costo de la vida y lo mal que está la cosa, pero llega un momento en que suena la sintonía de la Eurocopa, y entonces todo cambia. En cualquier sitio se encuentra uno con cualquier nota que se lamenta del mísero sueldo y la extensión hiperbólica del mes. Pero enseguida surge la conversación del nuevo gladiador Cristiano Ronaldo o del respetable anciano Luis Aragonés y cambia todo: la cara y el tono de la charla.
Los políticos, que deberían andar buscando soluciones a la inflación, tienen bastante con sus propias crisis: Rajoy, más recuperado de su convalecencia que casi lo jubila, lo celebra con sus chiquillas por Valencia. Zapatero, más sosomán que nunca, intenta explicar por los altos altares europeos que con el nuevo varapalo de Irlanda al Tratado de Lisboa no pasa nada, compare, que se vuelve a intentar y ya está. Ambos (y su gente) saben que, aunque con el fútbol no se come, sí se vive. Se vive de ilusiones, o eso dicen. Aunque los contratos millonarios de las estrellas peloteras no los veamos por ninguna parte.
Soy un aguafiestas, pero aviso: como la Selección española continúe la racha, Zapatero está salvado. Quién se va a acordar entonces de la crisis.
Digo esto porque me asombra esta crisis que nos sobrevuela pero que no parece acabar de atraparnos definitivamente, vistos los usos y costumbres del currante que somos todos. Los informativos de radio dan la vara todo el rato con la subida del costo de la vida y lo mal que está la cosa, pero llega un momento en que suena la sintonía de la Eurocopa, y entonces todo cambia. En cualquier sitio se encuentra uno con cualquier nota que se lamenta del mísero sueldo y la extensión hiperbólica del mes. Pero enseguida surge la conversación del nuevo gladiador Cristiano Ronaldo o del respetable anciano Luis Aragonés y cambia todo: la cara y el tono de la charla.
Los políticos, que deberían andar buscando soluciones a la inflación, tienen bastante con sus propias crisis: Rajoy, más recuperado de su convalecencia que casi lo jubila, lo celebra con sus chiquillas por Valencia. Zapatero, más sosomán que nunca, intenta explicar por los altos altares europeos que con el nuevo varapalo de Irlanda al Tratado de Lisboa no pasa nada, compare, que se vuelve a intentar y ya está. Ambos (y su gente) saben que, aunque con el fútbol no se come, sí se vive. Se vive de ilusiones, o eso dicen. Aunque los contratos millonarios de las estrellas peloteras no los veamos por ninguna parte.
Soy un aguafiestas, pero aviso: como la Selección española continúe la racha, Zapatero está salvado. Quién se va a acordar entonces de la crisis.
3 comentarios:
por supuesto,ni siquiera hace falta pensar mucho ni, carecer de pelos para darse cuenta del tingladito montado,pero eso es muy muy y muy antiguo,¿Que creías? Ya lo utilizaba Don Francisco Franco e Hitler en sus dictaduras,ha ganado España y el precio del barril de crudo sigue subiendo según fuentes iranís,pero eso no importa VIVA ESPAÑA
El lunes, Iñaki Gabilondo abrió el informativo de las 21:00 horas con una entrevista a Zapatero. Todo el mundo ya la conoce. El diálogo a tres bandas con Aragonés y Casillas fue lo más destacado. Qué buenos somos en fútbol,qué sentimental y gran aficionado es ZP. Mientras, el super periodista de Prisa sigue bailándole el agua al presidente. ¿Le preguntaría esta vez cómo van una hipotéticas encuestas de intención de voto?
Lo que hizo Gabilondo con el presidente y los peloteros de la selección lo hace Hugo Chavez u otros derivados en la América Latina y nos reímos un montón. Aquí nos ciega la pasión futbolera. O ciega a muchos. A mí no, desde luego.
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