miércoles, 4 de marzo de 2009

Vicent, como Ulises

Ayer estuvimos indagando en la historia humana que desde el martes venimos publicando en El Correo de Andalucía, la de Vicent Mosses, su mujer y su hija. Estas últimas viven en mi pueblo, acogidas por una familia solidaria. Él ha recorrido 3.500 Km. desde lo más profundo de la Nigeria africana para reunirse con la única familia que le queda en el mundo, después de que hubieran muerto sus padres y una hermana. Los compañeros del periódico han insistido en la idea del mítico Ulises, que tardó 10 años en volver a ver a Penélope. Y me ha parecido un símil brillante, aunque he pensado luego en cuántos Ulises nos arroja en los últimos años esta cruel modernidad de la inmigración incesante. En este caso, hemos podido ponerles nombres, apellidos, ojos, voces... a una historia que demasiadas veces nos pasa desapercibida. Al contrario de aquel poema de Pedro Salinas en el que el poeta deseaba vivir en los pronombres, en este caso el pronombre se sustituye por el nombre propio y eso nos da la medida exacta de la emoción.

Entrevisté en inglés macarrónico -con la ayuda de una intérprete, mi amiga Amparo- y por teléfono a Vicent, que sigue interno en el centro de inmigrantes de Tarifa. Y sorprende también cómo un chaval de mi edad, pero con muchos más kilómetros a la espalda, probablemente sin la formación académica de uno, es capaz de dominar el inglés, el francés o el árabe con la facilidad que uno jamás tendrá en estas lides idiomáticas por más cursillos por los que transite (es verdad que hace años que no transito ninguno). Que el hambre construye el ingenio es una verdad universal, desde El Lazarillo. Y que más cornás da el hambre, también, desde aquel torero que lo dijo con aquella gracia verdadera...

El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, ha desvelado una evidencia oculta para la familia: que no es verdad que no exista acuerdo de reagrupación familiar entre Nigeria y España y que a Vicent tendrían que repatriarlo simplemente porque ha llegado aquí ilegalmente, es decir, en patera. Decir que no existe acuerdo de reagrupación familiar con los nigerianos pero sí con los marroquíes, por ejemplo, sería burlarse de los Derechos Humanos. De modo que, en teoría, lo que tendría que hacer Vicent es rectificar: volver por donde vino y solicitar desde su país, formalmente, la reagrupación familiar. Claro que retroceder 3.500 Km. se dice pronto. Por eso queda la vía humanitaria. En mi pueblo hay una negrita con trencitas que lo espera impaciente. Y una mujer que lo ama profundamente. A ver si tiene más fuerza el amor que la burocracia. Él me dijo por teléfono que le quedaban 19 días antes de agotar el plazo para la repatriación forzosa. Yo me acordé entonces de las 500 noches con que Sabina completa la canción.



1 comentario:

Anónimo dijo...

3500 Kilómetros, se dice pronto.3500 kilómetros de fatigas, de hambre y de miserias. Y 15 kilómetros de estrecho que separa un mundo de otro. Esperemos que no tenga que volverlos a recorer en dirección contraria para separarlo de su familia. Imaginemos esa distancia entre ustedes y los suyos ¡que dolor tan grande!Evitemos ese sufrimiento tan inútil como inhumano.Gracias Álvaro por convertirte en voz de este ser humano que aspira a lo que todos nosotros: sólo una vida al lado de los suyos y en un mundo más justo.Gracias por todo. Antonio C.